La UBA culminó su participación en la 33ª edición de la Olimpiada Internacional de Filosofía, con una medalla de bronce. Quien obtuvo dicha premiación fue Valentín Nieva, que actualmente se encuentra cursando el CBC para ingresar a la carrera de Historia. Sin embargo, cuando tomó la decisión de participar de las Olimpiadas, cursaba 6º año de la Escuela en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria, de la Facultad de Ciencias Veterinarias. El alumno, que ya había participado en proyectos de filosofía, reconoció que la pasión de sus profesores y el orgullo de representar a la UBA, fueron determinantes al momento de competir en el prestigioso evento.
“Tuve una muy buena profesora en el secundario que me invitó a participar, cuando tenía 15 años, en un proyecto que se hace en la Facultad de Filosofía y Letras, que se llama Entrevistas Imaginarias con el Pasado, donde descubrí cómo era ‘salir’ de la clase de historia y trabajar con la historia misma, analizarla”, cuenta Valentín sobre cómo fueron sus primeras aproximaciones a la Filosofía.
Unos años más tarde, quien le propuso participar de las Olimpiadas fue su profesor de Filosofía de 6° año, Pablo Vagnoni: “Me propuso ir, y un poco me insistió, ¡lo cual le agradezco! Y ahí empecé a descubrir nuevos temas de filosofía y no solo las lecturas que me interesaban a mí en lo personal. Al principio costó un poco, porque mi colegio tiene la materia Filosofía en el último año, e invita más a que uno estudie carreras afines a temáticas agropecuarias o de ingeniería, pero hay profesores que tienen mucho impacto, como Pablo”.
La emoción y la alegría de Nieva a su regreso al país, con la medalla reluciente al cuello, es más que elocuente: “Siento un gran orgullo personal, pero también un gran orgullo por la UBA, porque es un evento de prestigio internacional. Porque soy producto de la UBA desde los 12 años. Primero en el colegio secundario, ahora en la Universidad, así como en todos los proyectos que me fueron formando académicamente, y que están en el marco de la universidad pública. La verdad, es que no hubiera podido acceder a esta formación si no hubiera sido gracias a la universidad pública, gracias a la UBA”.